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El manejo de las emociones es tan importante como el cuidado de nuestro cuerpo para estar saludables.


El manejo de las emociones es tan importante como el cuidado de nuestro cuerpo para estar saludables

Author: Camoa Bastidas

Estamos acostumbrados a buscar atención médica cada vez que nuestra salud física se ve afectada, pero ¿qué hacemos cuando los problemas y las situaciones que nos rodean se convierten en una carga mental muy pesada o causan dolor emocional?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Entonces, estamos realmente sanos cuando no hay dolencias físicas ni tampoco malestares mentales y/o emocionales persistentes que nos afecten significativamente en nuestro quehacer diario.

¿Por qué sólo atendemos el malestar físico y el emocional no?

Desde pequeños nos condicionan a prestar atención casi siempre a lo que le ocurre a nuestros cuerpos, a lo que le ocurre a la parte física, el exterior de nosotros. Es decir, nuestros padres nos preguntaban si nos dolía la barriga, la cabeza o la rodilla después de caer corriendo, y nos enseñaron que si algo andaba mal el médico era el profesional adecuado para atender cualquier afección semejante.

Nos educaron sobre cómo vestirnos, a cuidar nuestra apariencia personal. Pero ¿qué de las emociones? acaso aprendimos a identificar lo que sentíamos y a ¿cómo manejar las emociones en nuestra infancia? realmente ¿alguien nos enseñó a expresar adecuadamente lo que nos pasaba? A lo mejor si, pero para algunos experimentar el miedo o la tristeza no estaba permitido en el hogar o era signo de debilidad, tal vez a otros los enseñaron a expresar o manejar la rabia y la frustración, a otros no. Y qué de los casos en que ni siquiera la expresión de euforia, alegría y felicidad eran una opción.

Así crecemos en un mundo donde lo emocional llega en ocasiones a invisibilizarse, y a no formar parte de la educación formal en la casa y en la escuela porque simplemente “no se ve”, se asume que no es importante o que no existe porque no deja un moretón en la rodilla o una fractura en el fémur. Además, crecemos en una sociedad donde el psicólogo es para los “locos”, “los problemáticos” y los “enfermos” o los “débiles” y dónde hablar de nuestras emociones y pensamientos en una consulta psicológica es un tabú.

A la edad adulta ya nos habremos acostumbramos a llevar nuestra carga emocional por la vida, a veces liviana a veces bien pesada y no seremos capaces de darnos cuenta de que no nos estamos sintiendo bien, y si tomamos conciencia de que algo anda mal llegaremos a creer que vivir o estar vivo es así, simplemente doloroso, agobiante o siempre estresante y triste, y no hay más nada que se pueda hacer.

 

¿y qué pasa entonces cuando se es mayor? y ¿qué de la vejez? Son muchos los estudios que han demostrado que el manejo inadecuado constante de las emociones a lo largo de la vida parece estar asociado a padecimientos físicos y/o enfermedades como: el cáncer, el aumento de la presión arterial, el accidente cerebro vascular, la gastritis, entre otras afecciones. Es por todo esto que tomar conciencia de que no nos sentimos bien y buscar ayuda es fundamental.

¿Cómo me va a ayudar un psicólogo?

El especialista en psicología puede, entre otras cosas, ayudarte a ver o enfocar las situaciones desde otra perspectiva que no habías considerado previamente, proponerte evaluar los eventos/acontecimientos que te aquejan de una forma más beneficiosa para ti. Asimismo, acompañarte y guiarte en la expresión, identificación y manejo de tus emociones y sentimientos.

Un buen psicólogo puede apoyarte en el proceso de solución de problemas y proponerte estilos de vida saludables que te aporten un estado de bienestar completo (físico, mental y social).

El profesional de la psicología acompaña a la persona en una atmósfera libre de críticas y juicios, ofreciendo siempre una actitud empática en un espacio abierto donde el paciente puede expresar sus ideas, creencias, pensamientos, emociones y sentimientos con libertad.

El psicólogo es un profesional que se ha formado por al menos 5 años para poder ejercer su profesión legalmente. Esta altamente capacitado para poner en práctica una amplia gama de herramientas y/o estrategias desde distintos enfoques psicológicos, lo cual le permite evaluar el caso que se le presenta en consulta y establecer un plan de acción o planificar un tratamiento.

El psicólogo clínico, está formado para la evaluación, tratamiento y prevención de trastornos mentales en niños y adultos. Asimismo, sirve de apoyo y alivio para personas, que si bien no padecen trastornos mentales, están atravesando por situaciones/eventos que sienten que los afectan de forma negativa.

Los motivos de consulta más comunes son: el estrés, la ansiedad (o estado de preocupación constante), el estado de ánimo deprimido (o tristeza), los problemas en la relación de pareja o de tipo sexual, las dificultades interpersonales en el trabajo o la familia, entre otros.

 

De igual forma, hay quienes acuden a terapia psicológica motivados por su propio proceso de desarrollo personal. A veces el sólo deseo de crecer como persona y querer cambiar es motivo suficiente para solicitar apoyo profesional.

Te invito a pensar en ti, en cómo te sientes en este momento y a cuidar de tu salud. Recuerda, estar saludable no significa estar libre de enfermedad física, la salud toca la esfera psicológica y el aspecto social del ser humano, si no te sientes bien busca ayuda psicológica profesional

Translated into English here:

The Emotional Aspect of Wellbeing